lunes, 3 de agosto de 2020

Bendita Pandemia III-Home office-Más respeto por favor.



Hay hábitos que  van a cambiar definitivamente luego de estos momentos. Uno, es el descubrimiento de que hay un montón de trabajos que se pueden hacer desde la hermosa comodidad de nuestro hogar, aunque eso signifique una organización diferente de la que teníamos o tenemos. Obvio, con los niños en casa, la organización que te permita tener un espacio laboral saludable, se impone como  urgente. Y nos acomodamos, más o menos bien, con ese gustito de que es mejor estar en casa, que salir a luchar en el tráfico si tenés un coche, o en el colectivo, si usás ese sistema de transporte. Es decir, que es mejor laborar desde nuestro hogar, los que tenemos uno. Si, si. Los que tenemos uno. Porque hay gente que no tiene hogar, casa ,nada, que vive en la calle.Pero de esto no hablaré. 
Otra cuestión súper: aprendimos a usar un recurso que nos mantiene informados, nos mantiene conectados, y nos mantiene pegados cómo dependientes (jajaja a algunos les pasa eso). Ese recurso es la web, la wide world web (¿ya te enteraste que estas son las siglas que ponés en los buscadores : www.loquesea.com?), la Internet, la maravillosa bisagra que marcó la entrada al siglo XXI. Lógico, todo esto para los que tenemos energía eléctrica, aunque de los que no tienen no voy a hablar tampoco. 
Cuando por decreto se organizó esta cuarentena que ya van siendo muchos mas días que cuarenta días, los denominados servicios esenciales quedaron exceptuados , es decir, seguían funcionando con ciertos arreglos y protocolos:  la medicina, las farmacias, las obras sociales, los almacenes. Todo siguió funcionando, como antes, es decir, como el traste. Ahí nos dimos cuenta de como hacen agua los servicios esenciales en Argentina, en Córdoba, en las localidades chicas. Los servicios esenciales son terroríficos en su decadencia y su funcionamiento. No son siquiera servicios, no sé porqué los llamamos así, servicios. No son servicios, no te sirven ,sólo sirven para enriquecer a los sindicatos, los gremios, los dueños, el gobierno, pero a vos, que pones los tejos, no te sirven. Pero sin embargo, curiosamente, la gente no se quejó de eso, se quejó de la cuarentena. De esto tampoco voy a hablar.
De lo que sí voy a hablar es de que en la base de todo, debe estar el respeto, condimentado con una buena dosis de amor por el otro. Sólo así podremos evaluar lo que nos pasa y nos atraviesa en este momento. 
Estamos viviendo épocas extraordinarias. Sin duda es algo que nos excede como individuos.  Un padecimiento como la Pandemia del Covid 19 a nivel mundial, con todo lo que eso trae a nuestras vidas, merece ser registrado. No voy a describir las cosas horribles que trajo esta pandemia, sólo voy a describir las cosas buenas  en esta nueva entrada a mi blog:  pasamos más tiempo en casa. La muletilla mundial, las palabras que se han usado hasta el cansancio en todo el globo terráqueo, las palabras mágicas , el abracadabra de la Pandemia: "Quédate en casa", ha surtido efecto. Claro, al menos en los que podemos hacer esto. Digo, lo de quedarnos en casa. Hay gente que no pudo, otros que no quisieron, pero de éstos no hablaré. 
Continuará. 

2 comentarios:

  1. Empecé a leerte y lo que Leo me encanta! Gracias por expresar lo que pensamos y sentimos muchxs!!

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  2. Gracias a vos por comentar. Me siento atravesada por estas circunstancias. Esta es una manera de poder vivirlas a fondo.

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Hola, gracias por comentar, sé amable con los demás.