domingo, 2 de diciembre de 2018

LA FELICIDAD SOLO ES REAL CUANDO SE COMPARTE

"La Felicidad sólo ES REAL , cuando es compartida", con estos versos de Lord Byron, arranca este posteo .
 Me pareció adecuada la elección de los versos, a raíz de una jornada que vivi(mos) en la Ciudad de Mendiolaza, en el Gran Córdoba, República Argentina.
Con la GENIAL excusa de realizar una acción artística que va a renovar los espacios de uso público de los ciudadanos en la localidad, nos juntamos nueve artistas , nueve fotógrafos, convocados por la idea de Laura y Adriana.
Estas genias crearon  un "Lugar" que nos cobijó una jornada completa.
Fué impactante la trama que se generó entre  los artistas, posibilitado ésto último por una conjunción genuina que permitió la construcción de un momento pleno.
Lo que comenzó como experiencias en solitario dentro de los Talleres de cada uno de nosotros, mutó y cambió transformándose en una actividad colectiva y en colaboración.
La tarea: Crear  imágenes gigantes destinadas a renovar los espacios de las garitas en las que los sujetos esperamos los colectivos que nos transportan de una zona a otra en el Gran Córdoba, y montarlas en chapas que las sostienen.
Y ésa última, es la parte en la que se generó la trama, el tejido, la unión.
Todos y cada uno de los participantes (me gusta esa palabra en esta narración, PARTICIPANTES), en conjunto, juntos montamos las obras de todos y cada uno de los participantes. Sí, repito porque así fué.
Aportando lo que sabíamos, lo que inventábamos, lo que habíamos leído al respecto, porque era la primera vez que se realizaba ese trabajo de montaje.
Coordinamos, hubo una genia con la herramienta que alisaba los vinilos. Otra que podía despegar la primer esquina de cada trabajo. Quienes encuadraban los vinilos y despegaban despacio y parejo la silicona detrás de los trabajos. Quien sostenía los chapones y quienes pulverizaban con agua a fin de lograr la perfección. Recargar los pulverizadores cada tanto, limpiar la superficie de cada chapón,
Lo que comenzó en solitario finalizó en compartido. Lo que comenzó puertas adentro en individualidad ahora será afuera y de todos.
Y la frutilla del postre: compartir charlas, obras, experiencias, en una alargue de la tarde. Ninguno de nosotros quería terminar esa jornada, queríamos seguir participando. Y creo que ésa fué una de las claves: el poder participar, estar, compartir. Porque la felicidad solo es real si es compartida. Agradezco a todos y cada uno de los que conocí esa tarde, comparto esta entrada en mi blog, con ustedes. La vida nos volverá a juntar, con seguridad.
Que sea el amor, en cada uno de sus corazones.