Levanté los ojos y se me cruzó su mirada, de inmediato ella la desvió y yo, en un instante, pude ver que estaba igual que siempre. Igual que siempre. Como si el tiempo se hubiera detenido . La misma expresión, el rictus de burla constante y el guardapolvo que era otro, pero el mismo. Yo no, el tiempo ha pasado para mí.
Y recordé la actitud de delación instalada por la directora y que vos seguías a rajatabla, recordé cómo vomitaba palabras y opiniones con la misma actitud con la que hoy su mirada se volvió cuando se encontró con la mía. Porque cuando abría la boca (siempre a las espaldas, siempre instalada en el rumor) salían cataratas y cataratas de mierda catapultadas hacia quienes su opinión direccionaba, compañeras a las que discriminaba, dictaminando secretamente como un dios de última categoría quien se lo merecía o no, de acuerdo siempre a criterios tan empobrecidos como su triste y mediocre cerebro. Y sentí, muy profundamente que el tiempo en efecto había pasado para mí. Y sentí profundamente que yo no era la misma y si era la misma. Era la misma porque recordaba los vómitos inmundos de sus opiniones sépticas y berretas. Y no era la misma porque me importaba una reverenda bosta (porque eso son) sus opiniones.
Y sobre todo, no era la misma porque hoy se que no debí soportar esas berretadas de cuarta que tuve que bancarme estando en ese lugar pedorro lleno de chusmas de barrio disfrazadas de profesoras y maestras, personas cuya empatía estaba ausente sin aviso, chupamedias a la fuerza al carecer de todo talento. Que te garue finito, querida. y que el Universo te devuelva con creces los no favores que me diste, al menos a mí. Sos pasado ,conchuda.
collage analògico " Equinoccial" de mi autorìa, 2022
