La frase del título en esta entrada pertenece a una película. En
la historia que cuenta, es el nudo de la
trama. La protagonista trata de descifrar unos mensajes que le dejan un grupo
de niños, y ella... ¡no puede hacerlo porque olvidó cómo jugar!
Y es que en ocasiones las historias de ficción nos devuelven una
mirada sobre la realidad que es típica y recortada, pero muy cierta.
¡Qué importante es conservar el espíritu del juego en el corazón!
Cuando jugamos, lo debemos hacer con toda seriedad, pues esa es precisamente la
forma de jugar del niño. Es la manera de conectarse con el mundo, de recrearlo,
de aprender, que no debemos olvidar jamás.
Abramos las puertas del ser
al juego. Vivamos plenamente la yoga, la unión de todas nuestras áreas de vida.
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