Las respuestas asombran por su variedad y cantidad, sin dudas. Y abarcan desde cuestiones materiales hasta espirituales , y dentro de estas categorías, una diversidad enorme, que, por supuesto,
tiene que ver con ...¿con que tendrá que ver la variedad de cuestiones dentro de cada categoría? Pues tendrá que ver con el ego. El Ego. En una entrada anterior hablamos de el Ego.
Es el que nos lleva a identificarnos con nuestros logros, identificarnos con cosas extrañas a nosotros, ajenas a nuestra individualidad singular, nos lleva a identificarnos con el mundo externo, con las ilusiones, con lo que no es eterno sino que muy por el contrario, es instantáneo y pequeño, inválido y efímero, lo que no va más allá, lo que termina. Los ejemplos son innumerables: posesiones y bienes, materiales o inmateriales, concretos o abstractos.
En nuestra necedad imaginamos la felicidad ligada a ellos.
¡Cuán equivocados estamos!¡Que error tan enorme pensar así! Tal es la magnitud del error que en ocasiones no lo percibimos como un error y ante la adversidad pensamos ¿qué hice para merecer esto?¿Porqué a mí?
Otras veces ante lo inevitable comprobamos lo inservible de las posesiones.
En la próxima entrada continuaremos con nuestra reflexión.
Es el que nos lleva a identificarnos con nuestros logros, identificarnos con cosas extrañas a nosotros, ajenas a nuestra individualidad singular, nos lleva a identificarnos con el mundo externo, con las ilusiones, con lo que no es eterno sino que muy por el contrario, es instantáneo y pequeño, inválido y efímero, lo que no va más allá, lo que termina. Los ejemplos son innumerables: posesiones y bienes, materiales o inmateriales, concretos o abstractos.
En nuestra necedad imaginamos la felicidad ligada a ellos.
¡Cuán equivocados estamos!¡Que error tan enorme pensar así! Tal es la magnitud del error que en ocasiones no lo percibimos como un error y ante la adversidad pensamos ¿qué hice para merecer esto?¿Porqué a mí?
Otras veces ante lo inevitable comprobamos lo inservible de las posesiones.
Aqui estoy :)
ResponderEliminarQuerida, pasé por muchos consultorios y leí muchos libros, siendo oída y habiendo leído un poco de todo, para concluir...que a menos tenemos, más felices podemos ser (podemos,no hay certeza).
Es, dicho así simplote como digo todo, el querer "quedar bien con todos", "estar al día para que nuestras conversaciones sean interesantes", "comprar lo que se usa para que nuestra casa esté en condiciones de ser catalogada como digna de ser visitada por los amigos"...y un largo etcétera.
Si un amigo viene a ver si cambié el cortinado de "voile" por uno de tejido hindú, no es mi amigo,vive tu vida y yo la mía.
Tengo, repito siempre, edad suficiente para decir lo que quiero - sin ofender - y he pasado por muchas adversidades y pérdidas como para volver a preguntarme "¿porqué a mí?".
El universo o los dioses no conspiran en mi contra. Es lo que me tocó. Cuanto menos posesiones materiales y ambiciones de "progreso" tenga, más tiempo para dar y para RECIBIR de los demás cosas intangibles...No digo volver a las cavernas, es imposible, pero con un poco de confort como para abastecer lo mínimo de lo biológico me conformo. Si se me termina el dinero, voy a una biblioteca pública (lo hacía antes, de estudiante) y de paso conozco gente. En síntesis, para ser felices necesitamos poco.
Una cosa que quiero dejar en claro, es que también puedo ser "feliz" si agasajo a quienes quiero con cosas materiales, como una excelente cena ...que no sólo de espiritualidad vive el hombre. Un abrazo,
Muy bien dicho nfer!
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