miércoles, 16 de julio de 2025

Los Lìmites y la comunicaciòn asertiva


 ATENCIÓN: Este material es para uso en el Taller de Arteterapia de Collage Absoluto y es un texto breve e informativo cuyo carácter es dar una semblanza del tema para trabajar durante el transcurso del Taller.

Fuentes: www.menteycuerpo.com.ar

Experiencias varias, personales.

Resumen de Adriana Bonza



Establecer límites es una parte fundamental del bienestar emocional y mental. Nos ayudan a definir qué es aceptable y qué no en nuestras relaciones, evitando el agotamiento, el resentimiento y la pérdida de autonomía. Según la Asociación Americana de Psicología, las personas que establecen límites saludables experimentan menos estrés y mayor satisfacción en sus relaciones.

Decir que no suele ser un problema. A todos nos ha pasado que en ocasiones (o siempre) ponemos las necesidades de otros por encima de las nuestras. Y cuando se nos hace imposible prestar nuestra ayuda nos sentimos culpables. Por eso, es indispensable que aprendamos a poner límites. Esto no quiere decir que actuemos de manera egoísta, se trata de saber priorizar y no dejarnos para el final. 

¿Qué es poner límites?

Poner límites es cuando una persona logra establecer líneas de respeto en sus relaciones personales, trabajo o de familia. Se trata de establecer un territorio psicológico sano, en el cual tus derechos no se vean afectados por los derechos de otra persona ¿Has llegado a sentir que solo tienes deberes o responsabilidades con los demás y tus ideas y deseos se encuentran en segundo o último plano? ¡A esto hay que ponerle un alto! Y es entonces cuando establecer límites será la mejor manera de mantener tu bienestar.

¿Por qué es importante poner límites?

Poner límites es esencial para preservar nuestra salud mental y emocional. Nos permite evitar el agotamiento, mantener relaciones saludables y fortalecer nuestra autoestima. Sin límites claros, es fácil caer en la complacencia excesiva, lo que puede generar estrés, ansiedad y resentimiento.

Además, establecer límites nos ayuda a definir nuestras prioridades y necesidades sin sentir culpa. Estudios en psicología sugieren que las personas con límites firmes experimentan mayor control sobre su vida y menos sentimientos de ser manipuladas o explotadas por los demás.



Poner límites en el trabajo

En el entorno laboral, establecer límites nos ayuda a evitar la sobrecarga de trabajo y el agotamiento. Decir “no” a tareas adicionales cuando nuestra carga ya es alta es una forma de proteger nuestra productividad y bienestar.Además, es importante definir horarios y desconectar fuera del horario laboral. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el exceso de trabajo aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y estrés crónico. Por ello, es esencial respetar nuestros tiempos de descanso.

Poner límites en las relaciones personales

En cualquier relación, los límites permiten que ambas partes se respeten mutuamente. Expresar nuestras necesidades sin miedo a perder a la otra persona es clave para una conexión saludable y equilibrada.Si una relación nos exige más de lo que estamos dispuestos a dar o nos hace sentir incómodos, establecer límites puede prevenir conflictos y dependencia emocional. Los límites ayudan a mantener relaciones basadas en el respeto y la confianza.

Poner límites en la amistad

Las amistades deben ser recíprocas y equilibradas. Es importante poner límites cuando una amistad se vuelve demandante, tóxica o nos drena emocionalmente.Un límite saludable puede ser rechazar planes cuando necesitamos tiempo para nosotros mismos o no permitir comentarios hirientes disfrazados de bromas. Las amistades verdaderas respetan nuestras decisiones y límites sin cuestionarlas.

Poner límites en niños

En la crianza, los límites enseñan a los niños responsabilidad, respeto y autodisciplina. Según expertos en psicología infantil, los niños que crecen con límites claros desarrollan mayor autoestima y habilidades sociales saludables.Es importante ser firmes, pero amorosos, explicando el porqué de las reglas. Límites como horarios para la tecnología, normas de comportamiento y responsabilidades en casa ayudan a formar adultos responsables y equilibrados.

Poner límites en la familia

Las relaciones familiares también requieren límites para ser saludables. Aunque el vínculo familiar es fuerte, no significa que debamos aceptar comportamientos invasivos o dañinos.Poner límites con la familia puede implicar establecer reglas sobre temas de conversación, visitas inesperadas o demandas emocionales excesivas. La clave es comunicar nuestras necesidades con respeto y firmeza.

Poner límites en cualquier situación

Cualquier interacción puede requerir límites, ya sea con desconocidos, compañeros de trabajo o incluso con nosotros mismos. Establecerlos nos permite tener un mayor control sobre nuestra vida y bienestar.Decidir qué nos hace sentir cómodos y comunicarlo de manera clara evita conflictos y refuerza nuestra seguridad personal. Los límites son una herramienta poderosa para el autocuidado y la estabilidad emocional.


Poner límites en la vida cotidiana puede verse reflejado en diversas situaciones:

  • Decir “no” a un favor cuando no tenemos tiempo o energía.

  • No responder mensajes fuera del horario laboral.

  • Expresar cuándo un comentario nos resulta ofensivo.

  • Establecer horarios para el uso del celular y redes sociales.

  • No permitir interrupciones en nuestro tiempo de descanso.

  • Negarse a prestar dinero si no es conveniente para nosotros.

  • Poner un límite de tiempo en reuniones familiares o sociales.

  • Terminar una conversación cuando alguien cruza una línea de respeto.

  • Elegir no compartir información personal con personas que no nos generan confianza.

  • Evitar involucrarnos en conflictos ajenos que no nos competen.


Ahora veremos cómo poner en práctica esto, ten en cuenta que poner límites puede ser una tarea complicada ya que puede afectar a las personas que quieres y te podrían llamar egoísta, pero es una labor que puede construir relaciones más saludables y contribuir a tu bienestar de salud mental

  • Identifica lo que te molesta: cita a la persona a platicar contigo, comparte tus incomodidades con él o ella.

  • Sé claro y conciso/a

  • Sé firme con lo que limitas: una vez tomada la decisión de compartir estos límites, conservala. 

  • Escucha lo que sientes: después de compartir lo que sientes, escucha a la persona y monitorea tus sentimientos días después para identificar cómo te sientes con estos cambios.

  • Busca ayuda de un profesional: en caso de que te sientas incómoda o incómodo estableciendo límites, acude a un psicólogo o psicóloga y comparte tu experiencia.

Recuerda que no estás solo y que puedes recurrir a los profesionales de la salud para comprender el trasfondo de la situación a la que te enfrentas.

Poner límites no solo nos protege, sino que también mejora la calidad de nuestras relaciones. Nos permite vivir con mayor tranquilidad y equilibrio, priorizando nuestro bienestar sin culpa.


Técnica XYZ #: PROBEMOS ESTOS EJERCICIOS


X comunica lo que sientes en `primera persona

Y especifica cuando sucedió lo que te incomoda

Z expresa el comportamiento del otro

# pides específicamente lo que necesitas. 



Me siento amada/o

cuando estuve cansada/0

y me trajiste el desayuno a la cama.

Me gustaría que siempre me traigas el desayuno cuando estoy cansada/o





yo me sentì triste

ayer

cuando no lavaste los platos.

Necesito que si yo cocino, vos laves los platos. 


yo me sentí valorada/0

ayer

cuando me diste las gracias

Me gustaría que siempre me des las gracias cuando hago algo por ti. 


Me sentí preocupada/o

hoy a la noche

cuando llegaste a las 10 y debías llegar a las 9 

Quisiera que siempre cuando te demores, me avises .


Me siento irrespetado/a

siempre

que me interrumpes cuando estoy hablando.

Necesito que esperes a que yo termine de hablar para que tu lo hagas. 



Muchas gracias.


ATENCIÓN: Este material es para uso en el Taller de Arteterapia de Collage Absoluto y es un texto breve e informativo cuyo carácter es dar una semblanza del tema para trabajar durante el transcurso del Taller.

Fuentes: www.menteycuerpo.com.ar

Resumen de Adri. 



martes, 4 de febrero de 2025

¿Tolerancia o Acceptación?

 En la última columna de radio el tema fue el de este título: tolerancia o aceptación?  entre toda la participación de los oyentes quedó bien en claro que el término “tolerancia” Tenía cargado un sentido de intransigencia. Si vamos al diccionario la palabra tolerancia es sinónimo de la palabra aceptación.  Sin embargo en el uso cotidiano que le damos a la palabra tolerancia y para nuestros queridos oyentes esa palabra en realidad estaba cargada de un sentido negativo.

Tuve la impresión de que para los oyentes tolerar es aguantar.

 y como todos sabemos que cuando aguantamos llega un momento en que no aguantamos más,  la palabra tolerancia no vendría a ser la más linda como para decir o definir cuestiones acerca de algo,  cualquiera sea ese algo. 

Luego hablamos de la palabra aceptación. Y está así que tuvo buena repercusión,  aceptar significa decir que sí, abrir la mente, abrir la conciencia, dejar que las cosas fluyan o sucedan. 

Aceptar implicaría entonces ver la realidad tal y como es. 

 Y luego vino el otro debate: ¿ tenemos que aceptar todo? Y concluimos que por supuesto que no,  entre todos construimos la idea de que aceptar o no aceptar tiene que ver con las cuestiones de valores universales. Tenemos derecho a ser aceptados sin importar nuestra raza, género, nacionalidad, etc. 

Pero… aceptar o no aceptar a otra persona también tiene que ver con las costumbres de la otra persona?. Y eso es otro tema. Te espero en la próxima. Lic Adriana Bonza. Licenciada en Psicología.


Ilustración: collage manual de mi autoria.



lunes, 16 de diciembre de 2024

Yo fui angelito en un pesebre viviente


En mi niñez, el gran acontecimiento barrial  para las navidades era el pesebre viviente. El mundo estaba mucho menos globalizado que ahora, comentario obvio pero lo escribo igual para que no se espanten los pequeños que puedan llegar a leer esto.  La parroquia o la escuela local convocaba y nuestras madres organizaban el evento: fecha, hora, compartían atuendos significativos utilizados en años anteriores y previsoramente guardados  (háblame de moda circular): pastores, angelitos, túnica varias, en fin, recreaban todos los outfits posibles que se hubieran usado (o eso) en Belén. Un par de días antes de la Navidad se producía el pesebre viviente. En mis infancias en San Vicente-glorioso barrio de Córdoba-recuerdo haber visto algún San José y María adultos participando de ese evento. 
Como el tiempo ha pasado y me encuentro viviendo en esta etapa de casi ningún pesebre viviente ni no viviente, me siento casi en la obligación de compartir estos sentimientos emociones y pensamientos para esta época. Y la gran pregunta

¿Dónde pasamos las Fiestas y con quién? 

Así como fui angelito sin disforia de género, formando parte de una especie de show que se producía antes y durante el momento del desfile por las calles del barrio, actualmente me propongo disfrutar.
A mi manera, ya no voy a ningún lugar que no quiera ir. Elijo desde el placer qué lugares voy a frecuentar, qué personas voy a dejar estar en mi vida, y extiendo esta normalización a cualquier momento de mi vida-no solo las fiestas. 
Pasaron las épocas en que todo lo decidía en función de otras personas, como cuando fui angelito en el pesebre viviente. 
Si juntarse viene bien, y aquellos que me invitan van a proporcionar un momento de disfrute honesto y sano, ahí estaré. De lo contrario no y me daré a la fuga. He pasado alguna fiesta a solas, mintiendo acerca de mi paradero para no tener que explicar por qué quería pasarla a solas. Porque la vez que dije "la voy a pasar sola" se armó un revuelo y todo el mundo quería acompañarme.
Pasar las fiestas y estar cómodos, en ojotas porque en este hemisferio hace calor, comer lo que queremos, deshacernos de los mandatos, elegir nuestros propios rituales de cierre de ciclos, elegir nuestras compañías, hacerlo a nuestra medida. 
Animate a ser diferente. 

miércoles, 16 de octubre de 2024

el Arte ¿transforma?

 En esta tarde con alguna lluvia en este lugar vamos a tratar de conversar acerca del poder transformador que tiene el arte. 

Para arrancar a mí me gustaría comentar acerca de una gran anécdota que involucra a un músico argentino conocido mundialmente: Astor Piazzola.

El gran Astor Piazzola antes de ser músico tenía destinado un trabajo con un  puesto bancario. 

Se cuenta que el día que tenía que comenzar con ese trabajo,  siendo muy joven,  y queriendo seguir su deseo de ser músico,  llegó hasta la puerta del banco y no entró.

Comentaría luego que se había dado cuenta de que si entraba a ese lugar iba a ser un error.  A partir de ese momento decidido a triunfar como músico comienza a componer y a dar conciertos.  Fue en ocasión de uno de estos conciertos que estaba en Europa,  y momentos antes de comenzar con el espectáculo recibió una terrible noticia: había fallecido su papá.  Las personas allegadas a él en ese momento cuentan que de igual manera subió al escenario,  dio el concierto.  Cuentan que al terminar y al ponerse de pie no logró hacerlo,  y tuvo que ser asistido para lograr mantenerse en pie.  Cuentan que estaba profundamente atravesado por el dolor de la noticia que había recibido. 

 Luego de terminado el concierto se retiró a su habitación de hotel,  tomó su  acordeón y comenzó a tocar. Esa  experiencia de tocar al azar,  atravesado por el dolor,  dio lugar a una de las más bellas melodías que han sido interpretadas infinidad de veces: “adios Nonino”. 


Traje esta anécdota el día de hoy porque me pareció un buen ejemplo y un claro ejemplo de cómo el dolor puede transformarse en algo tan bello como esa música. 


Hacer del arte un lugar de construcción en el cual volcar las emociones Es toda una travesía.  sin embargo el arte puede construir ese lugar,  es posible hacerlo.  termina convertido en el mejor lugar a donde colocar toda la energía que puede llegar,  sin ser canalizada de manera sana,  a convertirse en síntomas.


 Para eso es necesario que ocurra un par de cosas: cuando el autor se conecta desde la emoción con la obra, pueden surgir unas obras maravillosas. Las más grandes emociones dan lugar a las más grandes obras.

Todo lo que implica técnica y nada más que técnica se queda como huérfana,  le estaría faltando el alma.  el alma que es otorgada por esa conexión emocional del artista, y por esa cercanía que mejora la vida,  Cuando alguien le pone emoción le transforma en algo más sano y mejor.

 El arte puede traer respuestas y sentidos a las preguntas de quiénes somos,  qué deseamos,  Por qué buscamos lo que nos hace bien,  o por el contrario, por qué no lo buscamos. 

Conectarse con el deseo le da sentido a la vida humana.  la especie humana es la única capaz de desear.  es la única que no necesita cosas sino deseos para movilizarse. 



miércoles, 9 de octubre de 2024

¿Que tesoros oculta nuestro Inconsciente?

 



¿Que tesoros oculta nuestro Inconsciente?

Hola queridos Buenos días!  Si hay un tema que me apasiona para hablar o para comentar es el que vamos a tratar en el día de hoy, y justamente me apasiona por qué es complejo,  vasto, y muy rico para explorar. 

Hablaremos de la Sombra. 

La Sombra es todo aquello que está dentro de nosotros y desconocemos . ¿Es muy fácil esta definición?  Bueno vamos a complicarla un poco: Carl Jung, una figura monumental en la historia de la psicología, introdujo teorías que han transformado nuestra comprensión de la mente humana. Su concepto de la Sombra abarca aquellos aspectos de la personalidad que son relegados al inconsciente debido a que son percibidos como incompatibles o indeseables.

Lo apasionante de empezar a explorar esto es que  a través de profundizar en  el concepto y la vivencia,  lo que buscamos es que la persona no se quede dentro de sus propios pensamientos sino que vaya transformando su vida a través del desarrollo de estos conceptos. 



Comenzamos: al principio, el ser humano chiquitito (bebé) empieza a andar por el mundo; es frágil, pequeñín y empieza a través de sus vivencias instintivas/intuitivas a probar que le sirve y que no le sirve para vivir. 

Ni siquiera hace falta tener uso de la palabra para esto. Y me parece importante decirlo porque desde que nacemos, estamos en ese plan. 

De esa manera vamos desarrollando nuestra persona que es otro concepto de Jung:  vamos constituyendo una manera de ser ante los demás como una máscara, de allí deviene la palabra personalidad. 

Esa personalidad que construimos para mostrar hacia los demás, tiene en su interior un montón de cosas que hemos ido juntando por así decirlo a medida que íbamos transcurriendo nuestras vidas.  Todo aquello que "nos servía" para desarrollarnos porque era aprobado por los demás,  todo aquello que estaba permitido en el contexto en donde vivimos,  todo aquello que era aplaudido por nuestra familia o nuestro entorno,  formó parte de esa personalidad que mostramos al mundo.  es la parte visible de nuestro ser. 

¿Qué quiere decir esto? que vamos constituyendo una manera de ser ante los demás: la persona. Es aquello que mostramos hacia el mundo peeeeero. (Siempre hay un pero) instintivamente reprimimos  el rasgo opuesto al que mostramos,  porque todo en este mundo fenoménico tiene dos polos. Así como la luz y la sombra,  lo bueno y lo malo,  el día y la noche.  vivimos en un estado constante de polaridad. La Sombra es uno de esos polos.



Psicológicamente,  cuando uno de estos mecanismos funciona tendemos a exagerar y a usarlo para situaciones en las que convendría utilizar más flexiblemente otras modalidades de ser. (Y esas modalidades las mandamos a la parte de Sombra)

Por ejemplo si una persona es muy proactiva y está acostumbrada a solucionar sus problemas de manera inmediata sin procrastinar, y cuando llegue al momento de necesitar ayuda no pide, no puede delegar funciones, no puede dejar que otros le abracen y le permitan descansar, está haciendo un uso exagerado y poco flexible de un rasgo de personalidad que en sí no es ni malo ni bueno sino que lo que no está correcto es la poca flexibilidad y la exageración en la utilización de ese recurso de vida. 

¿En estos casos, cómo recuperamos el recurso que no aparece? ¿Se pueden recuperar nuestros aspectos “sombríos" ?

¡Por supuesto que sí! Es más, considero absolutamente necesario recuperar los aspectos sombríos para ser personas y seres humanos completos.

Muchas veces ocultamos los rasgos sombríos porque quizás hemos olvidado que los tenemos o quizás los conocemos y nos dan vergüenza, o los consideramos negativos, pueden ser considerados negativos no solo por nosotros mismos sino por nuestro entorno de origen. Quizás en una familia ser independiente, o tener independencia como rasgo sea un concepto absolutamente ligado al género de la persona que compone esa familia. Esas cuestiones de ocultamiento de rasgos en una familia tiene que ver con una sombra familiar,  y pueden verse a través de la reconstitución del árbol genealógico, a través de la indagación de esa dinámica para ver qué lugares ocupan los conceptos, los ideales de vida, los rasgos de carácter dentro de ella o dentro de los ancestros. 

Puede ocurrir que hayamos vivido casi toda nuestra existencia de la manera en como los mandatos familiares nos dispusieron y de pronto descubrimos que ese “talle”, esa vida ya no nos entra más y que necesitamos otro más, otro talle, otro modo  y que además lo tenemos dentro de nosotros, está dentro de lo que se considera la Sombra. Aquellos rasgos ocultos,  que nosotros mismos mantuvimos ocultos para que no afloraran porque estaban mal vistos. Al principio puede ser que no nos sintamos adecuados ejerciendo ese  rasgo de personalidad, porque se empieza a ampliar y consolidar la identidad que estaba escondida. Es muy hermoso saber qué podemos tener a mano esos rasgos cuando nos hacen falta.  Es muy hermoso saber que todos tenemos esa posibilidad. Y de hecho lo más hermoso es saber que si lo necesitamos contamos con esas capacidades,  aunque hayamos aprendido a mantenerlas ocultas. Eso nos hace seres completos. 



¿Hay alguna edad para darse cuenta de esto? Y aquí voy a volver a la teoría de nuestro querido Carl Gustav Jung  quien propone que en una primera mitad de la vida al ser humano le lleva todo su tiempo ejercer y desarrollar su parte individual, es decir aprender a funcionar en una familia y en una sociedad. Dentro de esa familia o algo parecido no se puede sobrevivir si no se aceptan las reglas que en la misma se plantean por lo tanto escondemos las partes que a las personas grandes de nuestro entorno no les gustan o son desaprobadas para adaptarnos a la sociedad, hasta más o menos la adolescencia en que ahí también ocurren otros cambios. Dentro de la adolescencia ocurre “La Rebeldía”: pintarse el pelo de verde y aceptar que sí o sí se tiene que ser rebelde, sin darnos cuenta de que esos cambios tampoco le pertenecen al adolescente sino que son bastante culturales. De hecho, la adolescencia no es un período igual, ni se vive igual en todas las culturas. 

Seguimos con este curso vital y la sociedad le pide al ser que estudie o que trabaje, se enamore, tenga hijos y corra y trabaje para sostener a esos hijos y así vamos llegando a más o menos la mitad de la vida. En este momento algunas personas tienen la vida encaminada y otras están al borde del derrumbe. 

Más allá de cualquiera de las dos opciones empieza a ocurrir algo en nuestra psique: Primero que esta segunda mitad de la vida-en este momento- ocurre un poco más tarde, es posible comenzar a ser feliz más tarde de los 40 o más tarde de los 50 años. El problema fundamental es que queremos vivir nuestra vida en la segunda mitad, con las reglas que aprendimos en la primera mitad. 

¡Y es imposible! La vida humana puede compararse con el recorrido que hace el sol: por la mañana asciende e ilumina el mundo, al mediodía alcanza su grado más alto y a la tarde comienza a disminuir su luminosidad. La mañana y la tarde son igual de importantes. Sin embargo la luz es diferente. Las reglas son diferentes. Aceptar esta realidad significa reconocer la curva vital, a la cual debemos ajustar nuestra realidad. El camino ahora es hacia adentro. El camino ahora es hacia la introversión en lugar de la expansión. Lo que debemos encontrar en la juventud ya lo encontramos,  ahora  la persona en la tarde debe realizar un camino interno hacia los descubrimientos que guarda. Ese camino empieza con la aceptación de su propia Sombra. Significa dar lugar a esos rasgos ocultos que no son negativos sino negados, pueden ser por ejemplo un talento no desarrollado, una manera de plantarse ante la vida que no se había utilizado, un hobby para tener.  Pueden incluir dejar de ser aquella a quien siempre recurren cuando hace falta algo y que siempre está dispuesta a ayudar. Hay miles de ejemplos. Primero, en esta segunda mitad, aceptar la Sombra, dejarla ser, dejar que fluya. Ese camino que comienza así, va a culminar con el desarrollo del  sí mismo. Eso lo hablamos en otro posteo. 

Buenas buenas, hablemos de los Tesoros de nuestro Inconsciente!

 









Hola queridos Buenos días!  Si hay un tema que me apasiona para hablar o para comentar es el que vamos a tratar en el día de hoy, y justamente me apasiona por qué es complejo,  vasto, y muy rico para explorar. 

Hablaremos de la Sombra. 

La Sombra es todo aquello que está dentro de nosotros y desconocemos . ¿Es muy fácil esta definición?  Bueno vamos a complicarla un poco: Carl Jung, una figura monumental en la historia de la psicología, introdujo teorías que han transformado nuestra comprensión de la mente humana. Su concepto de la Sombra abarca aquellos aspectos de la personalidad que son relegados al inconsciente debido a que son percibidos como incompatibles o indeseables.

Lo apasionante de empezar a explorar esto es que  a través de profundizar en  el concepto y la vivencia,  lo que buscamos es que la persona no se quede dentro de sus propios pensamientos sino que vaya transformando su vida a través del desarrollo de estos conceptos. 



Comenzamos: al principio, el ser humano chiquitito (bebé) empieza a andar por el mundo; es frágil, pequeñín y empieza a través de sus vivencias instintivas/intuitivas a probar que le sirve y que no le sirve para vivir. 

Ni siquiera hace falta tener uso de la palabra para esto. Y me parece importante decirlo porque desde que nacemos, estamos en ese plan. 

De esa manera vamos desarrollando nuestra persona que es otro concepto de Jung:  vamos constituyendo una manera de ser ante los demás como una máscara, de allí deviene la palabra personalidad. 

Esa personalidad que construimos para mostrar hacia los demás, tiene en su interior un montón de cosas que hemos ido juntando por así decirlo a medida que íbamos transcurriendo nuestras vidas.  Todo aquello que no servía porque era aprobado por los demás,  todo aquello que estaba permitido en el contexto en donde vivimos,  todo aquello que era aplaudido por nuestra familia o nuestro entorno,  formó parte de esa personalidad que mostramos al mundo.  es la parte visible de nuestro ser. 

¿Qué quiere decir esto? que vamos constituyendo una manera de ser ante los demás: la persona. Es aquello que mostramos hacia el mundo peeeeero. (Siempre hay un pero) instintivamente reprimimos  el rasgo opuesto al que mostramos,  porque todo en este mundo fenoménico tiene dos polos. Así como la luz y la sombra,  lo bueno y lo malo,  el día y la noche.  vivimos en un estado constante de polaridad. La Sombra es uno de esos polos.



Psicológicamente,  cuando uno de estos mecanismos funciona tendemos a exagerar y a usarlo para situaciones en las que convendría utilizar más flexiblemente otras modalidades de ser. (Y esas modalidades las mandamos a la parte de Sombra)

Por ejemplo si una persona es muy proactiva y está acostumbrada a solucionar sus problemas de manera inmediata sin procrastinar, y cuando llegue al momento de necesitar ayuda no pide, no puede delegar funciones, no puede dejar que otros le abracen y le permitan descansar, está haciendo un uso exagerado y poco flexible de un rasgo de personalidad que en sí no es ni malo ni bueno sino que lo que no está correcto es la poca flexibilidad y la exageración en la utilización de ese recurso de vida. 

¿En estos casos, cómo recuperamos el recurso que no aparece? ¿Se pueden recuperar nuestros aspectos “sombríos" ?

¡Por supuesto que sí! Es más, considero absolutamente necesario recuperar los aspectos sombríos para ser personas y seres humanos completos.

Muchas veces ocultamos los rasgos sombríos porque quizás hemos olvidado que los tenemos o quizás los conocemos y nos dan vergüenza, o los consideramos negativos, pueden ser considerados negativos no solo por nosotros mismos sino por nuestro entorno de origen. Quizás en una familia ser independiente, o tener independencia como rasgo sea un concepto absolutamente ligado al género de la persona que compone esa familia. Esas cuestiones de ocultamiento de rasgos en una familia tiene que ver con una sombra familiar,  y pueden verse a través de la reconstitución del árbol genealógico, a través de la indagación de esa dinámica para ver qué lugares ocupan los conceptos, los ideales de vida, los rasgos de carácter dentro de ella o dentro de los ancestros. 

Puede ocurrir que hayamos vivido casi toda nuestra existencia de la manera en como los mandatos familiares nos dispusieron y de pronto descubrimos que ese “talle”, esa vida ya no nos entra más y que necesitamos otro más, otro talle, otro modo  y que además lo tenemos dentro de nosotros, está dentro de lo que se considera la Sombra. Aquellos rasgos ocultos,  que nosotros mismos mantuvimos ocultos para que no afloraran porque estaban mal vistos. Al principio puede ser que no nos sintamos adecuados ejerciendo ese  rasgo de personalidad, porque se empieza a ampliar y consolidar la identidad que estaba escondida. Es muy hermoso saber qué podemos tener a mano esos rasgos cuando nos hacen falta.  Es muy hermoso saber que todos tenemos esa posibilidad. Y de hecho lo más hermoso es saber que si lo necesitamos contamos con esas capacidades,  aunque hayamos aprendido a mantenerlas ocultas. Eso nos hace seres completos. 



¿Hay alguna edad para darse cuenta de esto? Y aquí voy a volver a la teoría de nuestro querido Carl Gustav Jung  quien propone que en una primera mitad de la vida al ser humano le lleva todo su tiempo ejercer y desarrollar su parte individual, es decir aprender a funcionar en una familia y en una sociedad. Dentro de esa familia o algo parecido no se puede sobrevivir si no se aceptan las reglas que en la misma se plantean por lo tanto escondemos las partes que a las personas grandes de nuestro entorno no les gustan o son desaprobadas para adaptarnos a la sociedad, hasta más o menos la adolescencia en que ahí también ocurren otros cambios. Dentro de la adolescencia ocurre “La Rebeldía”: pintarse el pelo de verde y aceptar que sí o sí se tiene que ser rebelde, sin darnos cuenta de que esos cambios tampoco le pertenecen al adolescente sino que son bastante culturales. De hecho, la adolescencia no es un período igual, ni se vive igual en todas las culturas. 

Seguimos con este curso vital y la sociedad le pide al ser que estudie o que trabaje, se enamore, tenga hijos y corra y trabaje para sostener a esos hijos y así vamos llegando a más o menos la mitad de la vida. En este momento algunas personas tienen la vida encaminada y otras están al borde del derrumbe. 

Más allá de cualquiera de las dos opciones empieza a ocurrir algo en nuestra psique: Primero que esta segunda mitad de la vida-en este momento- ocurre un poco más tarde, es posible comenzar a ser feliz más tarde de los 40 o más tarde de los 50 años. El problema fundamental es que queremos vivir nuestra vida en la segunda mitad, con las reglas que aprendimos en la primera mitad. 

¡Y es imposible! La vida humana puede compararse con el recorrido que hace el sol: por la mañana asciende e ilumina el mundo, al mediodía alcanza su grado más alto y a la tarde comienza a disminuir su luminosidad. La mañana y la tarde son igual de importantes. Sin embargo la luz es diferente. Las reglas son diferentes. Aceptar esta realidad significa reconocer la curva vital, a la cual debemos ajustar nuestra realidad. El camino ahora es hacia adentro. El camino ahora es hacia la introversión en lugar de la expansión. Lo que debemos encontrar en la juventud ya lo encontramos,  ahora  la persona en la tarde debe realizar un camino interno hacia los descubrimientos que guarda. Ese camino empieza con la aceptación de su propia Sombra. Significa dar lugar a esos rasgos ocultos que no son negativos sino negados, pueden ser por ejemplo un talento no desarrollado, una manera de plantarse ante la vida que no se había utilizado, un hobby para tener.  Pueden incluir dejar de ser aquella a quien siempre recurren cuando hace falta algo y que siempre está dispuesta a ayudar. Hay miles de ejemplos. Primero, en esta segunda mitad, aceptar la Sombra, dejarla ser, dejar que fluya. Ese camino que comienza así, va a culminar con el desarrollo del  sí mismo. Eso lo hablamos en otro posteo.